Los Renglones Torcidos del Royfest (segunda entrega)
Se aproximaba el mes de junio y existía una mezcla de expectación e incertidumbre. Se aproximaba la fecha del Royfest y solo se sabía que el mismo cambiaba de sede. Un misterioso correo informaba de tal hecho, pero no ofrecía explicaciones convincentes y solo hacía referencia a que el evento se posponía sólo para que volviera más grandioso que nunca. Todo esto se sumó al clima de inestabilidad y sopechosismo latente del país, pero eran tiempos de esperar y todos lo sabíamos.
Sin embargo, las elecciones pasaron, los cotos de poder y grupos de interés se reacomodaron y hacían nuevamente presa a la nación del secuestro de sus nuevos territorios…pero del Royfest nada se sabía.
Este fue el momento en que se supo de rumores de agresiones al organizador, de un jardín de niños, del “Hombre que mató el Royfest”, de la mano negra del
Ejecutivo federal y de las manos olorosas a talco de bebé de Kamel Naciff manoseando el evento. En la versión que tuve oportunidad de conocer, se decía que los hechos fueron los siguientes:
En un primer momento, se supo que el “Hombre que mató al Royfest” era el encargado de conseguir la nueva sede, pero en sus afanes por obtener un local que tuviera la “clase” suficiente para albergar al ahora elitista convite, haciendo gala de una política discriminatoria y poca capacidad negociadora, se quedó sin opciones viables. A ese momento, en un acto de desesperación, solo pudo gestionar la ocupación de un futuro Kinder; negociación que se mantenía sostenida con alfileres.
Sin embargo, al conocerse la nueva sede de manera no oficial, apareció un dispuesto inversionista en ese momento anónimo, que manifestaba un gran interés de patrocinar el evento, motivado por un sector muy específico de su concurrencia en años pasados y en especial, por considerar que la decisión de celebrarlo en un centro de enseñanza infantil podía traerle una “frescura” peculiar al evento y un nuevo “mercado de asistentes” dotados de la vitalidad propia de sus años mozos que podían inyectarle directamente al Royfest.
El problema vino cuando ese personaje que todos sospechan quién es pidió que se le asignara una sala VIP durante el evento, se le enviara una lista de las peligrosettes menores de 16 años y una membresía para asistir regularmente al futuro Kinder, lo cual hizo a través de una llamada proponiendo contribuir con todo el Cognac que requiriera el evento y suplir a Roy de jeans de moda por el resto de su vida. La poca discreción y capacidad de operación del productor del evento y la duda de Roy ante el ofrecimiento que terminó por rechazar ante la poca calidad de los jeans, devino en que la negociación se cayera, la cual trataron de justificar diciendo que el Kinder daría mala fama al evento, cuando se sabe que fue al contrario.
Una vez desvinculado el evento del interés del Rey de la Mezclilla –quien sin embargo insiste en asistir a las peligrosettes durante el evento- surgieron más problemas en el seno de la organización. El cambio de sede motivó la conformación y alzamiento violento del grupo denominado “Movimiento 25 de Junio”, conformado por extremistas cuya única finalidad fue tomar el evento en sus manos al ser ahora patrimonio del pueblo y no de un solo hombre, sacando a Roy de todo lo que tuviera que ver con el Royfest...o “La Asamblea de Esparcimiento Popular Rodrigo Aguilar” como pretendían renombrar a la “fiesta de todos”.
Los actos de esta organización extremista comenzaron con la fundación apócrifa a nombre de una afamada peligrosette del grupo “¡Queremos Royfest!” en el espacio cibernético, una campaña de insultos y descrédito del propio organizador, publicación de información falsa sobre el evento, una continua voluntad de defecar sistemáticamente frente a la puerta de Roy y hasta culminar con el secuestro de dos personajes que se vieron involucrados en el evento, lo cual detallaré en la próxima entrega.
Por otra parte, a Roy le llovía sobre mojado, ya que una imprudente declaración del productor apoyada irresponsablemente por el propio organizador manifestando su voluntad de invitar personajes pintorescos de la vida política nacional, en especial a Kawagi, encendieron la pasión beligerante de un antiguo asistente asiduo al evento, quien siempre acudió de incógnito y que hoy conocemos como el Cibernético, quien se sintió agraviado y a la fecha la tiene jurada contra Roy, al que estuvo a punto de encontrar sino es porque sucedió lo que narraré próximamente.
Recordemos que por estas fechas la ingobernabilidad afectaba al país: Oaxaca ardía a falta de Royfest y el Movimiento 25 de Junio había tomado Reforma. Era momento de que el Gobierno Federal tomara cartas en el asunto. Primero, decidió atribuir los disturbios mencionados al cuestionado proceso electoral, lo cual era mucho más fácil de explicar. Por otra parte, encargó a sus servicios de inteligencia investigar la forma en que podía inmiscuirse directamente en el evento y lo hizo a través de un colaborador cercano al mismo que recibía a su vez honorarios del patrimonio federal: el Productor del Royfest.
El movimiento del Cisen no fue del todo acertado, ya que a ese momento al productor se le había separado de facto de la organización del evento al considerársele el Hombre que mató al Royfest. Sin embargo, supieron moverse a través de la movilización de fondos federales del Fideicomiso público en el que el productor trabaja, y compró su lealtad al investirlo inmediatamente como Jefe de Departamento en una de sus unidades, asegurándole asimismo poder de decisión y manejo de recursos, los cuales podían ser usados tanto para revivir el evento, dándole un carácter oficial y proselitista…o destruirlo desde adentro, dependiendo del momento político.
Todo lo anterior eran los rumores que corrían en torno al Royfest, algunos verdaderos, otros no tanto. Lo que no quedaba en duda era que el evento estaba herido, y al momento no se sabía si la herida era de muerte. El Royfest se había teñido de sangre.
En la tercera y última entrega, la verdad sobre el Royfest y su resurgimiento como evento de concordia nacional.
Sin embargo, las elecciones pasaron, los cotos de poder y grupos de interés se reacomodaron y hacían nuevamente presa a la nación del secuestro de sus nuevos territorios…pero del Royfest nada se sabía.
Este fue el momento en que se supo de rumores de agresiones al organizador, de un jardín de niños, del “Hombre que mató el Royfest”, de la mano negra del
Ejecutivo federal y de las manos olorosas a talco de bebé de Kamel Naciff manoseando el evento. En la versión que tuve oportunidad de conocer, se decía que los hechos fueron los siguientes:
En un primer momento, se supo que el “Hombre que mató al Royfest” era el encargado de conseguir la nueva sede, pero en sus afanes por obtener un local que tuviera la “clase” suficiente para albergar al ahora elitista convite, haciendo gala de una política discriminatoria y poca capacidad negociadora, se quedó sin opciones viables. A ese momento, en un acto de desesperación, solo pudo gestionar la ocupación de un futuro Kinder; negociación que se mantenía sostenida con alfileres.
Sin embargo, al conocerse la nueva sede de manera no oficial, apareció un dispuesto inversionista en ese momento anónimo, que manifestaba un gran interés de patrocinar el evento, motivado por un sector muy específico de su concurrencia en años pasados y en especial, por considerar que la decisión de celebrarlo en un centro de enseñanza infantil podía traerle una “frescura” peculiar al evento y un nuevo “mercado de asistentes” dotados de la vitalidad propia de sus años mozos que podían inyectarle directamente al Royfest.
El problema vino cuando ese personaje que todos sospechan quién es pidió que se le asignara una sala VIP durante el evento, se le enviara una lista de las peligrosettes menores de 16 años y una membresía para asistir regularmente al futuro Kinder, lo cual hizo a través de una llamada proponiendo contribuir con todo el Cognac que requiriera el evento y suplir a Roy de jeans de moda por el resto de su vida. La poca discreción y capacidad de operación del productor del evento y la duda de Roy ante el ofrecimiento que terminó por rechazar ante la poca calidad de los jeans, devino en que la negociación se cayera, la cual trataron de justificar diciendo que el Kinder daría mala fama al evento, cuando se sabe que fue al contrario.
Una vez desvinculado el evento del interés del Rey de la Mezclilla –quien sin embargo insiste en asistir a las peligrosettes durante el evento- surgieron más problemas en el seno de la organización. El cambio de sede motivó la conformación y alzamiento violento del grupo denominado “Movimiento 25 de Junio”, conformado por extremistas cuya única finalidad fue tomar el evento en sus manos al ser ahora patrimonio del pueblo y no de un solo hombre, sacando a Roy de todo lo que tuviera que ver con el Royfest...o “La Asamblea de Esparcimiento Popular Rodrigo Aguilar” como pretendían renombrar a la “fiesta de todos”.
Los actos de esta organización extremista comenzaron con la fundación apócrifa a nombre de una afamada peligrosette del grupo “¡Queremos Royfest!” en el espacio cibernético, una campaña de insultos y descrédito del propio organizador, publicación de información falsa sobre el evento, una continua voluntad de defecar sistemáticamente frente a la puerta de Roy y hasta culminar con el secuestro de dos personajes que se vieron involucrados en el evento, lo cual detallaré en la próxima entrega.
Por otra parte, a Roy le llovía sobre mojado, ya que una imprudente declaración del productor apoyada irresponsablemente por el propio organizador manifestando su voluntad de invitar personajes pintorescos de la vida política nacional, en especial a Kawagi, encendieron la pasión beligerante de un antiguo asistente asiduo al evento, quien siempre acudió de incógnito y que hoy conocemos como el Cibernético, quien se sintió agraviado y a la fecha la tiene jurada contra Roy, al que estuvo a punto de encontrar sino es porque sucedió lo que narraré próximamente.
Recordemos que por estas fechas la ingobernabilidad afectaba al país: Oaxaca ardía a falta de Royfest y el Movimiento 25 de Junio había tomado Reforma. Era momento de que el Gobierno Federal tomara cartas en el asunto. Primero, decidió atribuir los disturbios mencionados al cuestionado proceso electoral, lo cual era mucho más fácil de explicar. Por otra parte, encargó a sus servicios de inteligencia investigar la forma en que podía inmiscuirse directamente en el evento y lo hizo a través de un colaborador cercano al mismo que recibía a su vez honorarios del patrimonio federal: el Productor del Royfest.
El movimiento del Cisen no fue del todo acertado, ya que a ese momento al productor se le había separado de facto de la organización del evento al considerársele el Hombre que mató al Royfest. Sin embargo, supieron moverse a través de la movilización de fondos federales del Fideicomiso público en el que el productor trabaja, y compró su lealtad al investirlo inmediatamente como Jefe de Departamento en una de sus unidades, asegurándole asimismo poder de decisión y manejo de recursos, los cuales podían ser usados tanto para revivir el evento, dándole un carácter oficial y proselitista…o destruirlo desde adentro, dependiendo del momento político.
Todo lo anterior eran los rumores que corrían en torno al Royfest, algunos verdaderos, otros no tanto. Lo que no quedaba en duda era que el evento estaba herido, y al momento no se sabía si la herida era de muerte. El Royfest se había teñido de sangre.
En la tercera y última entrega, la verdad sobre el Royfest y su resurgimiento como evento de concordia nacional.
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